La casa es más bonita in situ, las fotos son buenas, pero la casa gana en directo. Bien equipada con todo lo necesario, tanto en la cocina como en las habitaciones, baños y en el jardín. Camas cómodas con colchones buenos, habitaciones bonitas con vistas al exterior. Los baños con plato de ducha y uno de ellos con bañera al lado de una ventana, ideal para darse un baño mirando los árboles. La cocina amplia y completa de utensilios y electrodomésticos. La zona del comedor con los ventanales al jardín, simplemente espectacular. El jardín muy bonito y cuidado, con bastante sombra, columpios, mesa de pingpong, barbacoa de piedra y mesa enorme para comer/cenar fuera. Una casa muy completa en todos los sentidos.
El entorno, de montaña, rodeado de árboles y un pequeño río, en un pueblo pequeño y poco poblado, justo para descansar por las noches sin ningún ruido. Con zonas de paseo por el monte, entre árboles y vacas, se pueden ver huellas de dinosaurios a poca distancia. A 15 minutos está Arnedillo donde se puede comprar de todo, carne de la zona y verduras frescas. Tiene piscina municipal y termas al lado del río, si vais con niños recomendable ir a bañarse algún día. Más adelante, 25 minutos, se encuentra Arnedo, más grande y completo, con supermercados y centro de salud.
Buena zona para desconectar de la gran ciudad, viendo huellas de dinosaurios, subiendo a algún mirador para ver buitres y visitando pueblos.
Nosotros fuimos dos semanas, una familia con abuelos, adolescentes y niños pequeños, y todos disfrutaron de la casa y el entorno, hubo cosas para todos. Recomendable para todas las edades.
Los anfitriones, Clara, Cristina y Pedro, atentos y cariñosos, de buen trato y sumamente amables y dispuestos.
Volveríamos sin pensarlo. Todo un acierto.